Reseña “Dibujos en la canchita” de Márgara Averbach
por Patricio Zapata
Como
todo docente sabe hay determinadas obras que pueden subscribirse a un
determinado género según la temática y el mensaje profundo que el autor recorra
en sus páginas. Esta novela corta, bien podría leerse en un 5º año en la
cosmovisión realista. Cualquier lector activo reconoce que la literatura
siempre ha servido para denunciar abusos e injusticias sociales. El relato
realista es una de las manifestaciones más frontales: el escritor construye un
mundo a imagen y semejanza del que conocemos y, cada personaje oprimido, cada acción
inconcebible o escandalosa, sirve para reflejar los males de la sociedad.
La historia de “Dibujos
en la canchita” , es probable que transcurra en la ciudad de Buenos Aires
aunque no hay referencias geográficas precisas. Se hace referencia a los semáforos y al tráfico, a los jóvenes
malabaristas que por monedas amenizan la espera del conductor, a los cines,
clubes, bares, escuelas. Y a las villas miseria. La Paula alberga a unos
cuantos huérfanos y, cuando tiene tiempo (porque trabaja a dos horas en
colectivo), se ocupa de ellos. Y todo falta: los ingredientes para seguir una
receta, el dinero para ir al cine, los medios de comunicación.
La narradora, una joven que usa el relato como medio para
rescatar a su amiga perdida, “se lava bien” en un día importante, lo que nos
hace suponer que no tiene posibilidades de bañarse seguido. Se avergüenza de un
agujerito en su zapatilla, pero solo cuando está en un barrio que no es el suyo.
Porque en esta ciudad hay un contraste: por un lado está “la isla” con todas
sus carencias y, por otro, un barrio de calles empedradas con casas con perros
en su jardín.
Los problemas sociales son los que nos aquejan todavía en
el siglo XXI, y aunque en primera instancia parece que la única salvación está
en el fútbol, es la palabra la que ofrece la redención. Incluso la palabra
hablada: con todas sus marcas de oralidad, las idas y vueltas en la narración,
las elipsis y las repeticiones. Narrar para dejar de ser invisibles.
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