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lunes, 9 de septiembre de 2013

Reseña “Dibujos en la canchita” de Márgara Averbach
 
por Patricio Zapata

            Como todo docente sabe hay determinadas obras que pueden subscribirse a un determinado género según la temática y el mensaje profundo que el autor recorra en sus páginas. Esta novela corta, bien podría leerse en un 5º año en la cosmovisión realista. Cualquier lector activo reconoce que la literatura siempre ha servido para denunciar abusos e injusticias sociales. El relato realista es una de las manifestaciones más frontales: el escritor construye un mundo a imagen y semejanza del que conocemos y, cada personaje oprimido, cada acción inconcebible o escandalosa, sirve para reflejar los males de la sociedad.
La historia de “Dibujos en la canchita” , es probable que transcurra en la ciudad de Buenos Aires aunque no hay referencias geográficas precisas. Se hace referencia  a los semáforos y al tráfico, a los jóvenes malabaristas que por monedas amenizan la espera del conductor, a los cines, clubes, bares, escuelas. Y a las villas miseria. La Paula alberga a unos cuantos huérfanos y, cuando tiene tiempo (porque trabaja a dos horas en colectivo), se ocupa de ellos. Y todo falta: los ingredientes para seguir una receta, el dinero para ir al cine, los medios de comunicación.
            La narradora, una joven que usa el relato como medio para rescatar a su amiga perdida, “se lava bien” en un día importante, lo que nos hace suponer que no tiene posibilidades de bañarse seguido. Se avergüenza de un agujerito en su zapatilla, pero solo cuando está en un barrio que no es el suyo. Porque en esta ciudad hay un contraste: por un lado está “la isla” con todas sus carencias y, por otro, un barrio de calles empedradas con casas con perros en su jardín.

            Los problemas sociales son los que nos aquejan todavía en el siglo XXI, y aunque en primera instancia parece que la única salvación está en el fútbol, es la palabra la que ofrece la redención. Incluso la palabra hablada: con todas sus marcas de oralidad, las idas y vueltas en la narración, las elipsis y las repeticiones. Narrar para dejar de ser invisibles.  

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